Te hablaré del
hombre de tu nombre.
Comenzaré por
decir que me encienden
tus luciérnagas marrones.
Pasaré por tu
buzón de lenguas
cartas de memoria
cartas de memoria
Llenaré con mis
letras tu adentro
tembloroso y
vigía
También mencionaré
tu tallo
que logra mis pequeñas
muertes
sonoras
De las mariposas
de tu panza
no hablaré, las
guardaré en el aire
para que no se escapen
para que no se escapen
De tus alas
que abrazan aun de lejos
que abrazan aun de lejos
describiré el
abrazo
con que cubres mis alas
con que cubres mis alas
para que nos
recuerdes
cuando quieras volar.
cuando quieras volar.
Y finalmente
detallaré tus huellas
las que mis pies
siguen jurando
que quedaron
marcadas en mi arena.
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