viernes, 29 de enero de 2016

XIV - poema adolescente -



A cuenta de tu amor
me voy gastando los días
Mucho mas no me interesa
Por mucho menos mi vida.

A cuenta gotas de amor 
apareces y aparezco
Un día si, un día no
Este amor es un misterio.

Sabrán la luna y el sol 
que vieron lo que no vieron?
Si no puedo convencerlos
debemos correr el riesgo

Que se lo cuenten al mundo!
el nuestro es amor eterno.

XIII


Camina.
Respira.
La noche llega 
                 siempre
con maquillaje  
                 corrido.
Aguanta.
Suspira.
Los besos que 
            no se dieron
Continúan guardados
en las bocas.
Muerdete los labios.
Sacude tu pelo.
Volverá por ti un día
¡Sí!
Llora a bocanadas
que nadie detenga
tu prisa al llorar
las lagrimas secan
                    dolores
que el amor salpica.
Extingue de nuevo
el cuento
      vuelve a comenzar.

domingo, 24 de enero de 2016

XII

Imaní hamaca a su niña dormida
su cuerpo chocolate le da 
calor de tierra.
Imaní lleva una tiara dorada 
en su crespa cabellera.
sus ojos suspiran libertad
sus palmas blancas
agradecen,
en este rincón tan lejano
y parecido pudo elegir
su trabajo:
Cuidar, ayudar, sanar
Imaní tiene el don de 
la sonrisa franca,
cuida a su niña en el cielo
de su vientre.
Sentada en el tren 
a las seis de la mañana
la arropa y le canta
en su lengua.
todos la miramos
encantados.


Instalación

Me sorprendió, ya no esperaba.
el cántaro rebalso aguas guardadas.
no pude contenerlas
                              eran tuyas.
ese océano que ya no cruzaría
llego a mis manos esta tarde
                             aquí sentada.
respiré llena de vos 
                              por un instante
me instale en tu corazón 
                              y lo asentiste
mi alma volvió a pesar 
                            sus veintiún gramos
puede pasar la vida una vez más
nos encontramos.


sábado, 9 de enero de 2016

XI

Quizás prefería
 el juego de las sombras.
Caminar de tu mano era
 un gesto de superioridad.
nombrarte mío,
por poco que durara,
solo eras vos conmigo y yo con vos
Quizás el error fue jugar
 sin marcar las cartas
 jugando
a que estaban marcadas.

Jamás pude volver a las magnolias
de Plaza San Martín.
La ría que mirábamos
 encandilados de sol entre las nubes
 se seco.
Ya no hay un bar
 bajo la autopista de Av. San Juan.

Quizás no vimos
 cuando paso el tiempo
entre nosotros,
porque nunca paso
el tiempo entre nosotros.