Me sorprendió, ya no esperaba.
el cántaro rebalso aguas guardadas.
no pude contenerlas
eran tuyas.
ese océano que ya no cruzaría
llego a mis manos esta tarde
aquí sentada.
respiré llena de vos
por un instante
me instale en tu corazón
y lo asentiste
mi alma volvió a pesar
sus veintiún gramos
puede pasar la vida una vez más
nos encontramos.
a Marina Abramovich y Ulay
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